15 Ene El poder de una sonrisa
La sonrisa es un comportamiento inherente al ser humano que no necesita ser aprendido. A pesar de que aprendemos a reírnos a partir de los 4 meses de vida, según van pasando los años nos reímos cada vez menos. También influye el actual ritmo de vida. Mientras que un niño se ríe entre 300 y 400 veces diarias, un adulto sólo lo hace entre 14 y 80. Además, hace 50 años el ser humano reía unos 15 minutos aproximadamente al día, mientras que en la actualidad sólo lo hace 5. Existe una dosis recomendada: 30 minutos diarios. ¡Si que estamos lejos!
¿Cómo ha ocurrido esta involución? ¿Es que se ha perdido el sentido del humor? No exactamente. Sin embargo, cada vez atribuimos más importancia a nuestros problemas diarios, que terminan haciendo mella en nuestro carácter. No obstante, se trata de un camino del que se puede volver. Se trata de evitar la típica reflexión “seré feliz cuando consiga X”. Al contrario, un proceso tan saludable como la risa debería realizarse antes, durante, y después de la consecución de nuestras metas.
José Elías, psicólogo experto en risoterapia: “un minuto de risa equivale a 45 minutos de relajación”.
La sonrisa es una pieza clave para la consecución de nuestros objetivos. Se trata de un espejo a través del transmitimos nuestra personalidad en una actitud positiva. Además, este ejercicio tan sencillo y gratificante tiene infinitos beneficios para la salud. Genera endorfinas, reduce nuestro nivel de estrés y nos hace sentir mejor. También aumenta nuestra producción de anticuerpos y fomenta el descenso de los sentimientos negativos como la angustia o la ira, mejora nuestro estado anímico y favorece la disminución de enfermedades.
Sigmund Freud consideraba que el hecho de reírse a carcajadas tenía la capacidad de liberar al organismo de energía negativa. Esta suposición terminó siendo demostrado científicamente: se demostró que el cerebro libera impulsos eléctricos negativos un segundo después de comenzar a reír.
Por tanto, los efectos de la risa y la sonrisa se traducen en energía positiva que influye efectivamente en el buen estado, tanto físico como mental, del ser humano. ¡A sonreír!