El Móvil y los Niños


¿Una combinación peligrosa? El 69% de los adolescentes admite sentirse mal si no tiene conexión a internet. Cada vez se tiene un móvil antes y ya está siendo un problema de la era digital. En este post os presentamos una serie de consejos para ayudaros en esta relación entre el móvil y tus hijos.

"El adolescente, gracias al móvil, está conectado a todo. El teléfono está hecho de tal forma que engancha con facilidad. El proceso de atención sostenida lo hace el aparato solo. por eso nos enganchamos incluso los adultos. Para entenderlo, las apps tienen un sistema de refuerzo como el de las máquinas tragaperras." es lo que explica la psicóloga Silvia Álava, especialista en Psicología Clínica y de Salud y en Psicología Educativa.
 
Según el informe PISA el 69% de los adolescentes españoles admite "sentirse mal" si no tiene conexión a internet y un 22 % se conecta fuera de clase durante más de seis horas. Cada vez son más jóvenes , la edad media en la que suelen tener el primer dispositivo es los 10 años y va en descenso. Es tremendamente sorprendente ya que hace solo 10 años los teléfonos móviles eran solo para adultos y de alto poder adquisitivo; ahora a los 12 años el 88% de los niños tienen uno. Lo que llama más la atención es que el 28,2% de ellos se les ha regalado sin que los niños lo hayan pedido.
 
"Cuando hablamos de un teléfono no es solo un objeto para llamar, es un aparato con el que te conectas con el mundo, los amigos y donde tienes un uso ilimitado de internet" dice la Psicóloga Álava. 
 
La llamada generación i-Gen, aquellos nacidos entre 1995 y 2012, viven marcados por la invasión de los smartphones. "Los miembros de esta generación están en creciendo con smartphones, tienen una cuenta de instagram antes de empezar la secundaria, y no recuerdan un momento previo a internet." asegura la Psicóloga y profesora de la Universidad de San Diego Jean M. Twengem. "No es una exageración describirlo como estar al borde de la peor crisis de salud mental en décadas" alertaba. 
 
Puede parecer que dar a tu hijo un teléfono móvil te de sensación de tenerlo más protegido, pero hay que tener en cuenta ciertas precauciones. Una madre estadounidense hizo un contrato con su hijo con 18 reglas, Janell Hoffman le deja claro a su hijo que el teléfono es de ella y siempre debía conocer la contraseña, que no podría utilizar los SMS o mails para decir algo que pudiera decir en persona, que dejaría el movil a veces en casa, apagado por las noches y nada de cienmilésima fotos y vídeos. 
 
El contrato finalizaba con el siguiente mensaje: "Muchas de las lecciones aquí recogidas no se aplican sólo al iPhone, sino a la vida... Confía en tu poderosa mente y en tu gran corazón por encima de cualquier máquina" Y estas son las reglas:
 
1 Poner una hora para apagarlo, especialmente, por la noche. A la hora que se acuerde el teléfono se apagará. Hay que descansar y hay que hablar en familia.
 
2 Más que límites lo que primero que hay hacer es invertir tiempo en ver qué está viendo el niño, que en el móvil en si. Sentarse y hablar de las cosas que se pueden hacer y las que no se pueden hacer. Especialmente en el tema de las redes sociales.
 
3 No les tenemos que inculcar miedo, porque no funciona, pero hay que ser precavidos. Hablar en familia.
 
4 En clase, el móvil apagado. Es una distracción constante.
 
5 En lugares públicos donde puede molestar debe estar apagado o en silencio.
 
6 En casa, el móvil estará en el salón o en otro sitio a la vista de todos. Nada de meterlo en la habitación especialmente por la noche.
 
7 Parte de la paga irá para cubrir los gastos del móvil. Es imprescindible que el adolescente aprenda a controlar el gasto. Si hiciera falta se puede aumentar la asignación un poco, lo importante es que aprenda que un móvil cuesta dinero y que hay que hacerse cargo. 
 
8 Mantenerlo apagado cuando no se vaya a usar. Se puede encender a lo largo del día para ver si hay llamadas o mensajes, o si se necesita usarlo para telefonear. Después hay que apagarlo.
 
9 Mientras se esté hablando, jugando, estudiando, comiendo o cenando el móvil no estará encendido. Se evita así distracciones en momentos clave del ámbito familiar.
 
10 Las mismas reglas que se exigen al niño deben aplicárselas los padres. Los adultos deben ser prudentes con su conducta y coherentes con sus reglas.
 
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