Adultos Blandos será la consecuencia de los "Hiperpadres". Ser padres pendientes está muy bien pero es muy difícil mantener un buen equilibrio, saber cuando estamos sobreprotegiendo a nuestros hijos y cuando hacemos de menos, es algo cada vez más difícil.

La era de los "hipohijos", niños que no pueden ir solos al cole, niños a los que los padres les controlan absolutamente todos sus movimientos desde su teléfono móvil, pueden llegar incluso a llevarles el bocadillo a la puerta de la EBAU. No debemos olvidar que la educación de nuestros hijos también tiene que incluir que aprendan independencia, a servirse por si mismos.

 

Cada vez hay más evidencia sobre este tema, cada vez tenemos más SuperPadres tan pendientes de todo que los hijos no están aprendiendo a que ellos controlarán sus vidas. Leemos muchos artículos que aconsejan y fomentan el autocontrol de los niños pero al final es difícil cumplirlo. 

 

No es la primera vez que verás a un padre atarle los cordones a su hijo de 10 años en el parque. Eva Millet ha apodado a estos niños como Hipohijos, son los descendientes de los Hiperpadres. Es el resultado de querer que nuestros hijos no sufran, de confundir la felicidad con subidones de alegría temporal, de solucionarles todo. La consecuencia es niños con baja autoestima cuando tienen que enfrentarse a la realidad, y sufren ansiedad o depresión, al final no tienen las herramientas necesarias para enfrentarse al día a día. 

 

Las últimas advertencias llegan de psicólogos de USA, William Stixrud y Ned Johnson, autores del libro "The Self-Driven Child". De lo que todos informan sobre los hipohijos es que después de una carrera competitiva por entrar una buena universidad se les escapa algo tan básico como encontrarle sentido. Según sus experiencias luego llega la depresión y la angustia al enfrentarse a la vida real cuando tienen que encontrar trabajo. El gerente de Planeta Explora cuenta: "He tenido a candidatos acompañados por sus padres y luego me han llamado para preguntar por el tipo de contrato". 

 

Los autores estadounidenses advierten que son niños cansados, sin tiempo libre, porque los padres han asumido el rol de planificar sus vidas y su agenda cultural. Son niños que no tienen tiempo ni para aburrirse, es más, no saben aburrirse; tienen el día completo de actividades extraescolares, deberes, y deporte. No saben lo que es jugar sin que un adulto les esté vigilando.

 

Los autores del libro "A favor del niño autónomo" aconsejan dejar el puesto de CEO de nuestros hijos para convertirnos en sus consultores externos. Explican que la investigación sobre la motivación que la autonomía es clave para que los niños y los adolescentes se entregan a algo con pasión y disfruten de sus logros.